[Gentes del mundo, el coronavirus nos ha encerrado. Pero no sólo no podrá con nosotros, sino que vamos a aprovechar el encierro al máximo. Aquí va mi idea del día.]
La casa/museo de los hermanos Lumière en Lyon es uno de los lugares más mágicos de la ciudad. Entre su maravilloso catálogo de imágenes en movimiento se conserva la interpretación que más se acerca a la célebre Serpentine Dance de Loïe Fuller. Ni es ella ni lo hace como lo haría ella, pero nos podemos hacer una idea de lo que vieron los atónitos espectadores de mediados del siglo XIX, cuando esta mujer era capaz de convertirse en mariposa, lirio o llama ante sus propios ojos.
La recién descubierta luz eléctrica, los largos vestidos que llevaba y la imaginación ávida del público la hicieron triunfar. Esta filmación fue coloreada a mano en el taller de los Lumière. No se recuerda el nombre de quien lo filmó ni de quien lo coloreó. Tampoco el de la bailarina.
[People of the world, the Coronavirus has locked us up. But not only will it not be able to take us, but we will make the most of the lockdown. Here’s my idea for the day.]
The Lumière brothers’ house/museum in Lyon is one of the most magical places in the city. Among its wonderful catalogue of moving images, the performance that comes closest to the famous Loïe Fuller’s Serpentine Dance is preserved. It is neither her nor does it as she would do, but we can get an idea of what the astonished spectators saw in the mid-19th century, when this woman was capable of transforming herself into a butterfly, a lily or a flame before their very eyes.
The recently discovered electric light, the long dresses she wore and the avid imagination of the public made her a success. This film was hand-coloured in the Lumière workshop. The name of the person who filmed it and the person who coloured it is not remembered. Nor the name of the dancer.