[Gentes del mundo, el coronavirus nos ha encerrado. Pero no sólo no podrá con nosotros, sino que vamos a aprovechar el encierro al máximo. Aquí va mi idea del día.]
¿Deberíamos también alabar a aquellos cuyas canciones nos impiden quedarnos quietos?
Este video demuestra que estos cuatro magníficos eran unos genios de la música, pero sus dotes para el movimiento estaban bastante más limitadas. El video entero es tan simple en diseños coreográficos que es difícil de creer y tienes que volver a verlo entero buscando a ver si alguien, en las filas de atrás, consigue hacer algo interesante.
No importa. Aquí, más que en cualquier otro video de los Beatles, veo cuatro amigos que se lo pasan bien haciendo música juntos. Y se ríen mucho, y se equivocan y han tenido que repetir el final no sé cuántas veces.
Y mientras tanto, estamos todos moviendo el pie por debajo de la mesa.
[People of the world, the Coronavirus has locked us up. But not only will it not be able to take us, but we will make the most of the lockdown. Here’s my idea for the day.]
Should we also praise those whose songs prevent us from standing still?
This video shows that these four magnificent people were musical geniuses, but their gifts for movement were far more limited. The whole video is so simple in choreographic design that it’s hard to believe and you have to watch it all over again looking to see if anyone in the back rows manages to do anything interesting.
It doesn’t matter. Here, more than in any other music video by The Beatles, I see four friends who have fun making music together. And they laugh a lot, and they make mistakes, and they’ve had to repeat the ending I don’t know how many times.
And meanwhile, we’re all moving our feet under the table.
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