Vengo de saltar charcos con mi hijo; los dos con botas katiuskas, claro. Si no, qué asco. La infraestructura es imprescindible para alcanzar cierto nivel de diversión. Oh, yes. Saltar, chapotear, salpicar, formar ladedios con los charcos de la calle... uno de esos días que cae agua del cielo sin parar y la gente protesta. …