Un tombé no es un "patám", ni tampoco un un porté se define con un "fssss...". Esas hermosas palabras (el tombé y el porté, claro), añadidas a los nombres de ciertos pasos, aportan la dinámica exacta de movimiento que necesitamos con una precisión exquisita. Todo, gracias a siglos de mentes brillantes que han desarrollado un …