Congelada

Acabo de descubrir que hoy es el Día Nacional de los helados en los Estados Unidos. Podría parecerme una tontería, pero hay dos razones que me impiden a pensarlo y me obligan a aplaudir estrepitosamente la celebración.

El primer motivo es que fue una idea de Ronald Reagan decretar julio como el Mes Nacional del Helado, y ¿quién soy yo para llevarle la contraria a un Presidente de los EE.UU.? El segundo es que los helados me traen buenos recuerdos, algunos teatrales. Por eso lo cuento aquí.

Uno de los recuerdos helados más recientes me traslada de nuevo a EE.UU. porque allí es frecuente servir este postre en los entreactos. La última vez que lo tomé entre butacas fue hace un par de meses, cuando fuimos a actuar al Adrienne Arsht Center de Miami. Qué rico estaba.

Mi helado favorito, de toda la vida, es el Chunky Monkey de Ben&Jerry’s; lo compraba en Nueva York al volver del teatro y me lo iba zampando en el autobús tan feliz camino de casa, incluso bajo la nieve. También recuerdo los Mickey Bars de Main Street disfrutando la Electrical Parade por la noche (oh, los dulces de DisneyWorld), y por supuesto, el helado de Strawberry Cheesecake de Häagen Dazs cuando mi organismo no permite los frutos secos; en mi sofa, con las piernas cruzadas bajo el camisón, y viendo la otra noche un documental sobre Ravel en la tele. Qué momento. Estaba riquísimo.

A partir de hoy, el 17 de julio será un día congelado en mi calendario.

I just found out that today is the National Ice Cream Day in the United States. It may seem quite silly, but there are two reasons that make me clap like crazy.

The first reason is that it was an idea of Ronald Reagan, who declared July as the National Ice Cream Month in 1984 and, who am I to go against a President of the United States? The second one is that ice cream brings me good memories, some of them from different performances at different places. That’s why I’m telling this right here.

One of the most recent frozen memories takes me back to the States because ice cream is usually served during theater intermission. The last time I had one from the audience seats was a couple of months ago, when we went to the Adrienne Arsht Center in Miami. It was soooo good.

My favorite ice cream is the Chunky Monkey from Ben & Jerry’s; I used to have it in New York, in my way home from the theater by bus, even under winter snow. I also remember the fantastic Mickey Bars from Main Street, while watching the Electrical Parade at night (OMG, those desserts at DisneyWorld). And of course, the Strawberry Cheesecake Ice Cream by Häagen Dazs when my body doesn’t allow nuts, always on my sofa, crossing my legs under my nightgown, and watching a documentary about Ravel on TV. That was a couple of nights ago. What a moment.

As from today, July 17th will be a frozen day in my calendar.