Correcciones

Una se pasa la vida dando clases de ballet; a unos y a otros, aquí y allá. Hago lo que puedo, siempre, lo mejor que sé y me dejan, porque de todo ha habido en unos cuantos años por el mundo. Sin embargo, hay gente con la que al trabajar, te absorbe. Consiguen sacar de ti lo que ni sabías que tenías dentro.

Y luego lo ves sobre el escenario. Tu corrección está ahí y te das cuenta de que el bailarín de turno, justo cuando venía ese paso en cuestión, tuvo la mente fría y fue capaz de olvidarse del público, la luz, el traje que pesa y el aplauso que viene… para rectificar lo que le dijiste la semana pasada, en clase o en un pasillo, o tal vez en el camerino mientras se maquillaba.

Es entre emocionante, gratificante y satisfactorio. También, además, es muy de agradecer la confianza depositada. Si total, podría pensar el bailarín, luego el teatro se me va a caer encima igualmente, cuando termine mi solo… y sin embargo, ahí está tu corrección, frente al público.

Pero llegar a eso no es fácil. Es un trabajo de dos y se tarda años en conseguir esa confianza mutua. He tenido ocasiones de vivirlo y disfrutarlo en los últimos años con diferentes personas, y sin embargo ayer me emocioné especialmente cuando me dijeron en un pasillo que por tres veces habían pensado en mí durante un ballet; porque esa chica que baila tan bien, lo había hecho todotodotodo, y vivedios que anoche ella tenía mucho en que pensar. Mucho. Vi desde el público mis correcciones, quizás las últimas dadas por mí en su camerino en bastante tiempo y me sentí afortunada de haber compartido todo este trabajo con ella durante años.

Puf, qué bien me sentí.

I spend most of my time teaching ballet; from one place to another. I always try to do my best, and I go as far as they let me, because I’ve met all kinds of things and people throughout the years. However, I’ve worked with dancers who take up all my energy. They get from me things that I never knew I had.

And then you can see it on stage. Your correction is ​​there and you realize that this dancer, just when she had to perform that step, with a cool head, was able to forget the audience, the lighting, the heavy costume and the coming ovation… she simply did what I told her last week in class or in the middle of a corridor, or perhaps at her dressing room while she was getting ready for the performance.

It’s quite an exciting, rewarding and satisfying moment. Also, I really appreciate when someone trust my work so deeply. What, she may think, if after my variation I’ll get a huge ovation anyway… and yet, there’s my correction, in front of the audience.

But it’s not so easy to get that. It takes years to achieve that mutual confidence, and it has to be done between the two of us. I have enjoyed several moments like that in the last years with different people, but yesterday I was especially touched by someone who told me in the dressing-rooms corridor that she rememberd me for three times while she was dancing; because that girl who dances so beautifully got to do everythingeverythingeverything I told her, and I know that last night she had a lot to think about. Really, a lot. I saw all my corrections from the audience, and those were perhaps the last corections I’ll give her before a performance for a while. Suddenly, I felt lucky enough to have shared all these years working with her.

Yeah, that was nice.