[Gentes del mundo, el coronavirus nos ha encerrado. Pero no sólo no podrá con nosotros, sino que vamos a aprovechar el encierro al máximo. Aquí va mi idea del día.]
Los bailarines de Godani parece que están llenos de manos. Como si un par extra de brazos les salieran del centro de la espalda y del pecho, o de mitad del muslo. Muchos brazos que se mueven de forma aleatoria pero, a su manera, organizada.
En cualquier caso, no se comportan como seres humanos ni lo pretenden. Son elásticos, fibrosos y raros.
Jacopo Godani mueve a sus bailarines con maestría, pero también los sabe vestir e iluminar. Es, lo que suele decirse, un coreógrafo.
De los buenos, añadiría yo. Todo lo que hace me interesa.
[People of the world, the Coronavirus has locked us up. But not only will it not be able to take us, but we will make the most of the lockdown. Here’s my idea for the day.]
Godani’s dancers seem to be full of hands. As if an extra pair of arms were coming out of the center of their back and chest, or from the middle of their thighs. Many arms that move randomly but, in their own way, in an organized manner.
In any case, they don’t behave like human beings or pretend to. They are elastic, fibrous and rare.
Jacopo Godani moves his dancers masterfully, but he also knows how to dress and light them. He is, as they say, a choreographer.
A good one, I might add. Everything he does interests me.
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