Un teatro, sin trastos por en medio, no es un teatro de verdad. Sería como una de esas casas de revista en cuyos sofás nadie come palomitas ni se da besos. Afortunadamente, el Metropolitan Opera House es un teatro de carne y hueso. "Es para Rigoletto", me dijeron cuando me crucé en un pasillo con …
Pendientes
No sé qué sentiría Lenin si viera que frente a su momia han instalado un precioso y enorme árbol de navidad, pero supongo que algo similar a lo que habría pasado por mi cabeza si al pisar el Bolshoi remodelado me hubiera encontrado un escenario plano. Menudo chasco después de la que habíamos montado, compañero; …
Las tripas del Mariinsky
Mi abuela me enseñó que la ropa se elige mirando las costuras, por dentro; son los cosidos de los dobladillos y cómo se pegan las cremalleras lo que da valor a una prenda. Con los teatros pasa igual. No es el dorado del vestíbulo lo que distingue a unos de otros, sino las tripas del …
Vivos y pintados
La cantina del Mariinsky está siempre poblada de bailarines, de todas las épocas y países. Ayer, casualmente, empecé a ver caras conocidas. Además de poder cruzarte con Ulyana Lopatkina, que pulula por los pasillos, o de sentarte junto a Danila Korsuntev, que mira distraído la tele, resulta que en esta cantina tienes las espaldas bien …
Teatros y teatros
La semana pasada, alguien a quien me acababan de presentar me preguntó cuál era mi teatro favorito. Del mundo. Y no supe qué contestar, así que cité cuatro que son especiales para mí: la Zarzuela en Madrid, el Metropolitan Opera House de Nueva York, el Farnese de Parma y el Carlos III en El Escorial. …
